Una doble limpieza facial es un método en el que se utilizan dos productos: uno de base acuosa y otra más grasa.
Ahora que ya has asumido (o deberías) no ir a dormir sin desmaquillar correctamente la piel y de su importancia para la salud, ha llegado el momento de incluir otro paso que, seguramente hayas escuchado por todo internet: la doble limpieza facial. La doble limpieza facial se trata de utilizar dos productos, un limpiador con base más grasa (aceite, manteca o leche) y otro limpiador en base de agua (jabón, gel, etc).
El primer paso, ayuda a eliminar los restos del maquillaje del día a día, protección solar, polución e incluso exceso de sebo. Y en definitiva, toda aquella suciedad que es soluble en grasas. Y el segundo paso, elimina los restos que hayan quedado en el primer paso y suciedad soluble en agua, como el sudor.
¿PARA QUIÉN ES LA DOBLE LIMPIEZA?
Puede ser que las personas que sufran de una piel más grasa o sensible piensen que la doble limpieza no va con ellos. Sin embargo, se recomienda hacerla en todo tipo de piel, simplemente hay que adaptarla y buscar las texturas adecuadas. Hay que tener en cuenta que factores como la edad, época del año, clima o niveles de polución.
Por lo que, la doble limpieza es apta para todo el mundo, lo principal es encontrar los productos idóneos para ti y construir una rutina adecuada. Se trata de una limpieza en dos partes, pero no es agresiva. Te animamos a que le des una oportunidad y pruebes a hacerte la doble limpieza en casa para ver resultados.
¿CUÁNDO HACER LA DOBLE LIMPIEZA?
Lo ideal sería repetir este paso tanto por la mañana como por la noche, que es cuando peor se encuentra nuestra piel. A pesar de todo, nuestro rostro no solo necesita purificarse tras el día de agresiones externas, al despertar también tenemos aquella grasa y sudor que se acumula por la noche.
Nunca falta tiempo, simplemente hay que crear unos buenos hábitos
¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DE LA DOBLE LIMPIEZA FACIAL?
Son muchos los beneficios tratar las impurezas de la piel por separado, ya que se consigue una limpieza más profunda sin alterar el manto hidrolipídico. Conseguimos que la piel se quede suave y sin tirantez. A largo plazo, se consigue disminuir los granitos, rojeces y puntos negros.
La reducción de residuos también es un punto a favor a la hora de incluir la doble limpieza en tu rutina.
¿CÓMO SE HACE LA DOBLE LIMPIEZA? PASOS A SEGUIR
1. Empezamos aplicando el limpiador de base oleosa (aceite), para este paso te recomendamos utilizar la leche limpiadora D2 de LOVRÉN que desmaquilla suavemente y elimina todas las impurezas de una pasada. Retira correctamente toda la suciedad de maquillaje y restos del día a día.
2. Después, aplicamos el segundo limpiador de base acuosa (agua), para este paso te recomendamos utilizar el agua micelar D1 de LOVRÉN, enriquecida con extracto de manzanilla, elimina las impurezas en una sola pasada. Retira cuidadosamente los restos que puedan quedar del anterior paso.
Ahora que te hemos solucionado todas las dudas acerca de cómo realizar una doble limpieza facial, ¿lo pondrás en práctica?